LOBUENOYBREVE [Argentina]. Daniel E. Olivier


Daniel E. Olivier, 25 años, estudiante de Marketing en la Universidad Empresarial Siglo 21 y fundador de D12Media 



D12Media también son Francisco Donzelli (24 años), Juan Manuel Camara (25 años) y Matias Lona (28 años). 

A Daniel lo conozco una noche a través de la amiga- de- una- amiga. En plena Nueva Córdoba compartimos una Quilmes y una Coca-Cola bien fría en un bar de moda de Córdoba capital. El bar se llama -para mayor argentinidad posible- Macanudo y suena rock nacional en un ambiente medio vintage plagado de jóvenes y libros colgantes. Hablamos de viajes, de Europa, de Latinoamérica, de lo que él estudia y de lo que yo estudio, de costumbres y culturas, de la Patagonia hasta la China Meridional. Él viste tejanos y una camiseta oscura de la plataforma Blogger. "¡Eh, tú camiseta! -le digo- ¿eres muy fan de los blogs?". Él se sonríe y me dice que se la regaló su hermano de la tienda oficial en Londres. Y ahí, justo ahí, es cuando detecto que Daniel tiene cosas por explicar (¿o a caso hay mucha gente en el mundo que lleve una camiseta de uno de los servicios de Google más rentable en todo el mundo?). Rápidamente me alarga una tarjeta de D12Media, la empresa que él ha creado y que ya cuenta con ocho empleados -4 en la oficina y 4 freelance a tiempo completo-  de entre 24 y 28 años. Ahí es cuando entiendo más todo. Fanático del posicionamiento web, social media, el Marketing 2.0 y el diseño de nuevas estrategias digitales, con 25 años Daniel Olivier ha creado su primer start- up. "Emprendedor y genio -me dice la amiga que nos ha presentado- tienes que entrevistarlo; además, todo lo que ha conseguido es a base de mucho trabajo y esfuerzo". Luego compruebo que no lo dice por decir. Al día siguiente tienen mi "Follow" en Twitter y un mensaje privado: "¿Cuando nos vemos?". 

QUÉ. D12Media es un start- up que cuenta con dos unidades de negocio actualmente. "La primera -cuenta Daniel- orientada al marketing digital a través de diferentes acciones; y, la segunda, el negocio de e-commerce o comercio electrónico, a través del desarrollo digital de productos de todo tipo y la búsqueda de sus consumidores potenciales. Ahora, por ejemplo, estamos expandiendo las máquinas de helado Soft, las que usan en McDonald's. 

CÓMO. Daniel es muy de madrugar. Admite que trabaja muchas horas al día y se levanta, por lo general, a las 07:30h am, aunque a la oficina no suele llegar hasta pasadas las 10:00h. "A veces me entretengo porque tengo que pasar por mil lugares antes". Así es un la vida del emprendedor. "Tienes que estar en todo, a full time". Pero no le importa. Se declara culoinquieto, dice que no sabe estar parado y que cuando no hace nada se siente un parásito. 

La vida (no- rosa) del emprendedor. Nada de rosas. Aunque D12Media le reporta mil satisfacciones, Daniel conoce muy bien que todo este mundo "no es siempre lindo". Las empresas que empiezan desde abajo exigen mucho sacrificio y mucha responsabilidad. "Lo que estresa son los problemas". Y de eso hay siempre. Sin embargo, solucionarlos, caerse y levantarse por él mismo, él solito, es para Daniel la mejor de las sensaciones y lo más reconfortante de emprender. 

No ser un número. Aunque empezó como empleado en una empresa de posicionamiento web, rápidamente Daniel advirtió que eso "no le llenaba". A él le gusta el riesgo, la aventura. Él lo tiene claro. "Quizás una empresa te da más estabilidad, pero yo no me sentía realizado, me sentía un número más. En D12Media sé que cuando consigo logros es fruto de algo más mío, que me pertenece más"

El origen del origen. Eso de desviarse del caminito a veces está mal visto. Pero, para Daniel ese desvió fue uno de los más importantes y sin el cual, hoy, no estaría tomando café ni tendría ese llavero en forma de balón en las llaves de su propia oficina. Empezó estudiando Derecho, aunque -dice- "más como hobbie". Pero, al cabo de un tiempo, se dio cuenta que ese hobbie le estaba absorbiendo demasiadas horas y lo alejaba, al mismo tiempo, de sus objetivos reales. Dice adiós al derecho, funda D12Media y, entonces, entra en la carrera de Marketing, que está cursando actualmente. "Estudio para tener una base más sólida, más conocimientos y porque [seamos, desgraciadamente, sinceros] de cara a profesionalizar tu CV queda muy bien". Pero digamos que él, mucho antes de ir a la Universidad, ha aprendido por él solo, un poco por influencias familiares y, como no, porque es un valiente sin remedio. 

Divina genética emprendedora. Con solo 22 años, Daniel junto con su hermano -cinco años mayor que él- desarrolló un sistema para gestión de proyectos de contenidos para Internet. Con este proyecto, que ya entonces facturaba, este par de hermanos emprendedores ganan el Primer Premio de Emprendimientos Innovadores 2009, a nivel nacional, compitiendo con más de 200 proyectos de todo el país. Eso supone un soplo de aire fresco o, como dicen por aquí, muchas y buenas vibras. "Ese premio es muy motivan", admite Daniel. ¡Menudo aliento! (Ver proyectos premiados del 2009)

Y ahora es el jefe de sus contemporáneos. "Procuro no parecer muy jefe", dice riéndose, como quien se sabe responsable pero a la vez es amigable e inmensamente noble. Su equipo es joven y dinámico. Casi de su misma edad, ninguno de ellos supera los 27 años de edad. Con ese promedio, imagínense una oficina repleta de ilusiones (aun) por estrenar. Cuenta con comunicadores, expertos en Marketing, programadores y diseñadores. ¿Factor común? Las ansías por hacer nuevas cosas, de apostar en serio por algo nuevo, la creatividad en un país a veces adormecido. Y la energía, mucha energía. "Por eso quería contratar solo gente joven -dice Daniel- somos los únicos dispuestos a arriesgar porque no tenemos nada que perder". Los horarios en la oficina son flexibles. No pasa nada si llegas tarde, si te retrasas, si libras un día o te vas de viaje. Para él lo más importante son los objetivos sin importar tanto el dónde se cumplen. Eso es lo importante. "¡Y que todos la pasemos bien", agrega con espíritu. Por eso, si después de un agotador día de trabajo sale un after-office [muy de moda aquí] seguro que por ahí se dejará ver el grupo de D12 Media. Porque entre birras y mate y cacahuetes también se construyen buenas ideas.

Arriesgar en Argentina. Es complicado y no "está de moda". Aunque sus padres siempre le han dejado cierta libertad para obrar con autonomía e independencia, también hay que decirlo -porque todo hay que decirlo- que cuando Daniel decidió largarse de esa facultad de gente seria, letras y leyes para dedicarse a emprender le trataron de tarado. Daniel también recuerda un momento que le marcó tras rechazar un empleo fijo a tiempo completo en una empresa de posicionamiento web. Era una decisión vital, porque tenía que decidir si seguir con D12 Media o pasarse al bando de los trabajadores "corrientes". Opta por lo primero. Su padre, a quien llama cariñosamente "viejo", le dijo: "estás loco, así no se hacen las cosas, lo tendrías que haber agarrado ese empleo".

El futuro. A Daniel le gusta pensar que el futuro está en Argentina. Por eso, aunque no descarta marcharse en algún momento si no hay salidas aquí, primero prefiere intentarlo porque, ahí, precisamente radica "la gracia del emprendedor". "Esto es un reto -admite- para mi, hoy por hoy, irse de la Argentina es de cagón". 

Consejo (sobre)saliente. Daniel remarca tres tips desde la experiencia de D12Media: primero, creer en ti y confiar en tu proyecto; segundo, no hace falta innovar para emprender. La mayoría de gente que emprende tiene un espíritu muy solidario y la red está llena de experiencias de jóvenes que relatan sus proyectos, con sus errores y fallos. Tú puedas adaptar a tu país esas mismas ideas ya inventadas y mejorarlas y perfeccionarlas. Por último, tercer consejo, alejarte de la gente con "mala onda", esquivar las energías negativas y seguir tu camino. "Pero eso en general -añade Daniel- para la vida". 

Canción recomendada por Pep Botey en la lista de Sobresalientes de Spotify.

LOBUENOYBREVE [Argentina]. Andrés Mooney.

Andrés Mooney, 24 años, estudiante de Periodismo en el Colegio Universitario de Periodismo (Córdoba, Argentina)

Andrés Mooney es argentino, de la ciudad de Córdoba, el noreste y está estudiando periodismo. Como la mayor parte de los aspirantes a periodistas [en el mundo] se encuentra inmerso en ese pantano azuloscurocasinegro en donde, en vez de peces, hay interrogantes y un futuro que se antoja triste e incierto. Sin embargo, aunque aún no ha terminado los estudios, Andrés colabora desde hace dos años en el Canal ShowSport, en el programa de boxeo Segundos Afuera y en algunas emisoras de radio. ¿Hace falta decirlo? Vale, sí. Todo gratis. Pero lo emocionante, en realidad, es que hace menos de un mes viajó hasta Las Vegas dispuesto a creerse periodista. A hacer de periodista. Y lo consiguió. 

La primera vez que lo vemos es en una conferencia en su Escuela Universitaria en donde le rinden homenaje, junto a otro reconocido periodista de Córdoba, Julio Moya, por una cobertura -dicen- "maravillosa". Parece introvertido, pero no. Se arranca a hablar con una sensatez luminosa  que le envejece unos años (pero sólo de mente). "Te guardo un póster de la charla de hoy, que a tu madre le va a hacer ilusión", le dice una de las organizadoras. Se va, pero nos prometemos que hay que seguirle la pista. 

(La historia que sigue ahora va de un viaje, de estar en lugar adecuado en el momento adecuado. Y de las casualidades)

Una afición, una vocación y un ídolo. Si a su pasión por el boxeo le sumas una inmensa vocación periodística y su platónica admiración hacia el boxeador argentino Sergio Martínez el resultado es: tengo-que-verla-como-sea-y-donde-sea antes de que se retire. ¡Ojo al dato! Para los desconocedores del mundo del boxeo, este boxeador tiene un reconocidísimo prestigio, lo llaman 'Maravilla' Martínez y vendría a ser su Maradona por excelencia. Equiliquá. Un Dios. 

Pelea histórica. Resulta que Maravilla Martinez iba a Las Vegas a jugar un torneo histórico. Los seguidores fieles del boxeo sabían que iba a dar que hablar, pero los medios masivos del centro de Argentina deciden restarle importancia. No es fútbol, no es Messi, no hay dinero, es un deporte minoritario y bla. En total, del centro de Argentina sólo fueron tres periodistas al evento. Y sí, uno de ellos era el aún (no) licenciado Andrés Mooney.

Pues sí, era importante. Como ya habían anticipados los sabios del boxeo la final resultó ser de miedo. Ultra-seguídisima en Las Vegas mantuvo en vilo a media Argentina enganchada al televisor en Prime Time. Nadie se lo esperaba. Ahora sí, ¿no? Faltaban periodistas desde el centro de Argentina dispuestos a cubrir el evento. De Buenos Aires, muchos... en el centro, nada.

Sin garantías. Adrián picó a muchas puertas antes de irse, a La Nación y a La Voz -diarios de referencia en Córdoba- pero, como suele pasar a veces después de picar puertas sólo quedan rasguños en el puño y poco más. Nadie le avaló en un principio (ni siquiera consiguió acreditarse para el campeonato). Pero aún así, convenció a su amigo para que le acompañara, le explicó un cuento chino convincente a mamá y a papá ("tengo que probarlo, esto puede ser una oportunidad, voy a trabajar") Y, así, con sus ganas de comerse el mundo,  se va.

Su cámara amateur. Eso de "no tengo cámara" y "no tengo medios" son sólo excusas. Andrés se va a Las Vegas con su amiguísimo, pizzero, ajeno al mundo de la comunicación y compran una handycam medio apañada en Miami y venga. Equipo listo. Da igual si el plano está medio abierto o si hay tanto aire en los márgenes que podría formarse un huracán. Lo importante es estar ahí, frente a frente ante su ídolo con un buen bloc de preguntas. 

Facebook y Twitter, divinos tesoros. Se encuentra en Las Vegas, ya ubicado pero sin acreditación para ir al campeonato. Aún así, no ha ido hasta tan lejos para volver con las manos vacías. Recuerda el nombre del entrenador de Maravillas gracias a Twitter, lo busca en Facebook y le envía un inbox. Así, tal cual. ¿Me podéis dar la dirección del gimnasio donde entrena Maravillas? Y sí, señores, a veces la vida puede ser maravillosa y sorprendentemente sencilla. Recibe la dirección, la teclea en el GPS y se planta ahí. Obviamente no es el único. Muchos periodistas (sobre todo de Buenos Aires) también se han congregado a las puertas del gimnasio con sus portentosas cámaras y sus caras serias de periodistas de verdad. Pero da igual. ¿Qué significa ser un periodista de verdad?

Su momento. Por fin, frente a frente, ante su ídolo. Se encuentra a punto para preguntar. Ha escuchado las preguntas de los demás, pero no le ha dado miedo. Aunque la situación intimida, lleva años siguiéndole la pista a Maravillas y ha ido pensando nuevas preguntas mientras los demás colegas preguntaban. Por un momento, los nervios se desvanecen y sólo están ellos tres: 'Maravillas', él y su amigo haciendo maniobras para grabar mínimamente bien.

¿Resultado? De no estar acreditado y de ir Las Vegas a la aventura, Andrés pasa a la micro- historia del boxeo en las provincias del centro de Córdoba. Sus declaraciones son buenas (¡y tanto que lo son!) y su trabajo tan válido como el del resto de periodistas con diploma. Tres de sus notas fueron publicadas en La Voz del Interior (tanto en la edición papel como en la digital), las entrevistas audiovisuales fueron emitidas en Segundos Afuera y Clásicos del Box, ambos programas emitidos en Showsport. Piezas que su madre -admite- "guarda como el oro". Y todo gracias a trabajo y más trabajo. Reconoce que hizo fotos, notas, vídeos. De todo. Inventó temas y sacó ideas. Lo importante era generar material constantemente.  Y de ciudad del pecado nada de nada. Ni fue Nicolas Cage en Leaving Las Vegas ni probó casinos, ni hizo fortuna. Tampoco bailó con chicas guapas y altas de madrugada. Su viaje fue, principalmente, un sueño hecho trabajo. Durmió poco y comió mal y le echó horas. Muchas. ¿Pero cuántas veces se alinean los astros para hacer de tu hobbie el mejor currículum?
 

Música: Sur, tango interpretado por Andrés Calamaro 
Localización: Córdoba (Argentina)
 


LOBUENOYBREVE. Drewall

Jos Ethman, 22 años, guitarrista y coros; James Shadom, 22 años, vocalista y pianista; Alejandro Albiol, 23 años, manager; Carlos Tor, 21 años, programador web; Daniel Planas, 23 años, diseñador web. De cómo los fans por puntos son tan importantes como la música. 

Ellos son Drewall. Se definen como banda de música independiente y amigos desde hace años. Alojados en Vallvidrera, encuentran el refugio fantástico para componer y ensayar. Su primer disco suena desde septiembre. Y ya han tenido propuestas para tocar en inauguraciones y en festivales universitarios. Pero ellos andan despacio y meditando cada movimiento. Conocen la experiencia de muchos grupos de música y no quieren estrellarse. Por eso, no vuelan alto. Les gusta más, estar/tocar de pies en el suelo/la tierra. 

Ideas que cruzan el océano. James estudiaba en Estados Unidos cuando empezaron las charlas con Álex y Jos para crear Drewall. Skype acortaba lo más de 6.000km que separaban su ilusión. Álex –como buen manager- lo tenía muy claro: “quería juntar a estos dos en un grupo, porque había mucho talento desaprovechado”.

El trastero. “El proyecto comenzó formalmente con él”. Lo habilitaron en marzo de 2011 y desde entonces, es su paraíso musical. La república independiente de Drewall. ¿Habilitar? Insonorizar, repintar, aislar… vaya, estrategias para ahorrarse los gritos de los vecinos.
 
De Leroy Merlín y conferencias de arquitectos. James y su aventura de como insonorizar un local. “Me hice amigo del capo de construcción de la tienda” y “fui a conferencias en la escuela de arquitectos sobre como construir estructuras de pladur”. Plis-plas. Y en tres meses lo tenían construido. ¿Capital inicial? “Del colchón que hemos hecho con los años”.
 
Los micros SingStar. Jos y James se obligaron a componer una canción diaria durante dos semanas. “En catorce días, salieron veinte temas, seleccionamos once y empezamos la grabación”. Todo, con muy pocos recursos. Hasta el punto, que Jos grababa con los micros SingStar.
 
Answers are inside us. Su primer trabajo. Son once temas. Y la intención, inyectar esperanza y optimismo en este mundo.
 
El disco y los hackers. 11 de septiembre de 2012. Día de estreno. Salía a la luz el álbum a través de la web. Pero quince minutos antes de descubrir su obra al público, piratas informáticos atacaron la empresa donde tenían registrado el dominio web de Drewall. ¿Solución? “Put off until 12 de septiembre”.


Refuerzo en HTML. Carlos y Daniel, el programador y el diseñador web, son los padres de Drewall en formato web. Retroalimentación. Colaboran con el grupo y promocionan su carrera personal.
 
Innovación y el clásico ‘boca-oreja’. “Promocionamos la banda por puntos. Esta estrategia ya se utiliza en muchos ámbitos empresariales pero no aún en la industria musical. En la web tenemos el apartado de ‘membership’, donde uno puede hacerse miembro e invitar a sus amigos. Por cada euro que gasten los invitados en Drewall la persona que los invitó gana puntos, que luego podrá intercambiar por experiencias y/o premios con la banda”. La mejor promoción es el boca-oreja que hacen sus fans más cercanos para invitar a gente y obtener más puntos.


Estrategia racional. “Planteamos una estrategia de banda independiente”. Y es por eso, que ya nacen con un equipo detrás. Son de los “yo me lo guiso, yo me lo como”. Tienen local propio, músicos, manager, especialistas web, equipo para grabar y editar los temas. etc. No necesitan salir del ‘Trastero’ para nada y es que dentro tienen mucho trabajo. “Es un proyecto a largo plazo. Queremos hacerlo todo premeditado, estamos lejos de ser un grupo de garaje”.
 
Conciertos. ¡Ahí van! Pero no quieren empezar por la puerta grande. “Tenemos que empezar con pequeños conciertos, aprender a montar el escenario, equivocarnos y que suene mal”. Por el momento, ensayan para ofrecer acústicos. Y entre tanto…


En busca de… las “b”. Bajo y batería. Tienen: voces, guitarra, piano y ‘looper’, pero les faltan manos. Es por eso, que están de casting. Un casting un tanto peculiar. “Queremos buenos músicos, pero también personas extravagantes que se impliquen en el proyecto”. Si les interesa, pasen y sométanse a este jurado.

Consejo (sobre)saliente. “The need to survive always hides what we need in the end to survive”. Es parte de Super Me; tema de su primer álbum. 


Música: Drewall. Amnesic Dreams
Localización: estudio de música de Drewall
Agradecimientos: Núria Díaz, por su agenda llena de contactos.  


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