Marc Cercós 2.0

Marc es usuario de Facebook, aunque no nos especifica si mucho o poco. “No sé, lo normal hoy en día”. A juzgar por la de Macs que hay en la oficina cuesta creer que no estén todo el día online y más si Facebook también es un buen pretexto de “trabajo” en su caso. Sea como sea: ¿Último grupo al que te has unido?. Nada de “Señoras que…” o “Odio cuando…”, Marc es fan de sus propias empresas: FEVER y ARCHY. ¿Amor propio? ¿Corporativisimo? Da igual. Nos gusta esto. Siguiente pregunta.

Eso de escribir en 140 caracteres, como que no. Frases tan cortas, contenido tan rápido, pues tampoco. Por ahora, Marc no es muy activo en Twitter. Eh, pero, tiene cuenta abierta como todo-adicto-a-la-tecnología. Y, vale, también ha superado nivel “huevito-de-foto-de-avatar”. Y ojo, que para lo poco que ha tuiteado, tiene más de 200 seguidores. Pero nada que ver. No es un tweetstar. Aún así, Marc (aka @mcercos) considera que Twitter es útil, pero que no le acaba. Pues, oye, nada.

Lee y sigue muchos, pero no tiene ninguno personal. Nos enseña su pestaña de favoritos –una retahíla de nombres raros rarísimos- y suelta un “nada, los típicos”. Bueno, los típicos en el mundo de tecnoadictos. ¡Atención! Preparen libreta y bolígrafo para estar al tanto de tecnología: www.macrumors.com, www.techcrunch.com o www.gizmologia.com. 

“Uf… escucho de todo, no tengo un grupo favorito”. Si no conociéramos su obsesión por la informática, otro hábitat natural de Marc Cercos podría ser un festival,  náuticas, gorrito playero y Estrella Damm en mano, tarareando canciones folk de máximo buen rollo. Le gusta Of Monster and Men, Klaus & Kinski, Joan Dausà o La iaia. Canciones predilectas de los últimos días: “Litlle talks” de Of Montser and Men y “Declaració de principis” de La Iaia. Bien, bien y bien.

¿Digital? ¿Escrita? Admitamos que preguntar esto a un ser digitalizado por completo como Marc Cercós es absolutamente innecesario. Así que corramos un tupido velo. Y sí, es lo que estáis pensando.

El hombre que jugaba con aplicaciones

Marc Cercós, 25 años, autodidacta






















En medio de la Avenida Diagonal hay una oficina muy particular donde parece que no existe el "estrés" y la media de edad no supera los 30 años. Y no, no son todo becarios. De las paredes cuelgan varios pósters gigantes de películas como Flight of the Conchords o Pulp Fiction. Hay dos puffs color rojo esturreados por el suelo al capricho de quiénes quieran que sean. Y vale, pongamos que hay sillas convencionales -pero solo las necesarias- ante una fila de Macs que visten impecables con post-it y notas. Pero por lo demás: sofás, balones de fútbol, videoconsolas, neveras, pizarras, rotrings de colores y una pared con cuatro relojes mundiales emulando la bolsa de Wall Street, aunque a pequeña escala y en versión ultra-informal.
Nos encontramos en la sede de FEVER, una empresa creada por un prodigio de 19 años, Pep Gómez, que está desarrollando una red social para contactar y conocer gente. A lo Facebook, pero sólo de ocio. La oficina, quién también fue el mismísimo punto de encuentro de los creadores de SeriesYonki, está plagada de jóvenes emprendedores que, como Marc Cercós, se dedican a crear, desarrollar y diseñar programas web o aplicaciones. Oséase, lo que se cuece en las paredes de FEVER es lo más próximo a Sillicon Valley que hay en Barcelona. Jóvenes locos con ansias de crear, "freakys" -lo reconoce Marc Cercós- que dedican su tiempo a jugar con cacharritos y dominar la tecnología. "Yo nunca me he considerado un emprendor, para mi es un juego. Yo a lo mejor estoy en un concierto y estoy dándole vueltas a la cabeza a algo... yo no pienso en chicas, pienso en aplicaciones", dice sonriendo, aunque luego deja claro que también piensa en chicas.
Marc Cercós tiene 25 años recién cumplidos y siempre ha "jugado" así. No ha ido a la Universidad, tampoco ha acabado el bachillerato. Sólo hizo un curso de formación durante un año en Madrid en Vostock Studio, de Javier Cañada (uno de los miembros más activos en diseñadores de interacción). A pesar de todo, ahora tiene acciones repartidas en diferentes proyectos, mueve y dispone del dinero que él mismo ha creado (o tiene intención de) y se codea con inversores internacionales que apuestan por sus ideas. "Cuando dije a mis padres, con 17 años, que quería crear una empresa y no pensaba estudiar, me trataron de loco y me dijeron que estaba empezando la casa por el tejado, que me dejara de tonterías".
Pero continuó con las tonterías. Y aquella "tontería" resultó ser eyeOS, el proyecto conjunto del que -antes- formaba parte junto con Pau Garcia-Milà, un programa para compartir documentos que ahora resulta ser uno de los más cotizados y que les ha dado prestigio y fama entre el mundillo de 'nerds sobresalientes' de la informática. La cosa no acaba aquí, Marc decide abandonar eyeOS por motivos personales y por necesidad de cambio, así que se lanza a la aventura con un nuevo proyecto personal, 'Archy', aun en versión beta, pero que pretende optimizar la herramienta de Google Docs... (¡¡bendito sea!!) y, por si aún le sobraba un poco de tiempo a este NO ni-ni sin estudios y 100% autodidacta, decide meterse para colaborar en la aventura de FEVER de la que hoy forma parte.

De aquí y de allá

Estamos en trámites de separación de bienes. Procedimiento amistoso, por supuesto. Media cabeza pensante ha saltado el charco. Ella dice que va a estudiar. Todos sabemos que va a beber mate, aprender a bailar tango y engullir empanadas criollas.

Suerte han tenido los (sobre)salientes argentinos. Ella es la chica-dulce. Entrevistas de aquí y de allá, en breves.



Licencia de Creative Commons
Jóvenes (sobre)salientes by Anna Pacheco y Andrea Gómez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.