Un master hecho a medida

Jiajia Wang Liu, 22 años, estudiante de Economía en la Universitat Pompeu Fabra

 

Un consejo (sobre)saliente: a todos los jóvenes; tened fe en vosotros y sed optimistas.

Jia es de la región de Shixiacun, en el sudeste de China, pero ya ha gastado media vida en Barcelona, sin perder el tiempo. Es extravagante, bohemia e irreprimiblemente romántica. Bueno y ahora también empresaria. Su plato favorito es el cocktail de gambas con aguacate y no podría vivir sin el poder de lo bello y las palabras bonitas. Tiene la capacidad de desconectar, de ponerse en “modo-Jia-off”, cuando algo no le interesa. Pero, por suerte, le interesan muchas cosas.

Jia llega puntual a la cita en el Campus de Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra, lugar donde ha cursado sus estudios de Economía y que le toca visitar, de vez en cuando, para acabar de sacarse microeconomía. Bromea con nosotras y nos dice que, en realidad, se pasa poco, o muy poco, por las clases. Y es que, si algo ha aprendido esta joven que no roza ni de lejos los treinta es que el tópico de que “lo importante se aprende fuera de las aulas” es verdad de la buena. Con veintidós años ha ganado el premio emprendedora UPFemprèn 2010- Fundació Banc Sabadell y ha sido becada y galardonada muchas veces por su trabajo y su rendimiento; y tantos excelentes tenían que tener recompensas. El 2009 lo pasó nada menos que en Harvard y antes de acabar la carrera ya tenía una plaza esperándola en Deloitte. Pero el huracán Jia no quería conformarse con eso. Así que volvió a Barcelona, a su Pompeu Fabra que tanto -dice- le ha “inspirado” y renunció a Deloitte. Jia tenía un plan B. “En realidad, tenía que hacerlo. Si no me arriesgaba ahora que tengo 22 años, que no he sufrido(...) que no estoy quemada con mi trabajo. ¿Cuándo lo voy a hacer?”.
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Y ese plan era JiaJia Edicions, una editorial fundada e ideada por ella misma, dedicada a la creación de obras didácticas para facilitar el estudio del chino en niños adoptados procedentes de China. Aunque en realidad, añade, serán libros “orientados a cualquier niño que quiera aprender el idioma chino y su cultura de forma divertida”. Al principio, decir a sus padres que había renunciado a Deloitte por tirar adelante su proyecto era perfectamente el preludio de la hecatombe, pero al final las cosas no están marchando tan mal. Ella misma reconoce que esta experiencia está siendo "el mejor máster que podía hacer". El aval de sus profesores de universidad, lo que llaman en economía su “bussines angel”, así como todos los compañeros, amigos y familiares que confían en su proyecto se han convertido en el motor principal de esta microempresa. Una microempresa, a propósito, formada por una plantilla que no supera en su gran mayoría los veinticinco años de edad. 

Jia se considera muy afortunada, pero no una excepción. Para ella, hoy hay muchos jóvenes con ideas y proyectos, pero lo que fallan son los incentivos. No cree en un pasotismo generalizado por parte de los jóvenes, cree que siguen la tendencia general por inercia, o porque es más fácil,  pero el potencial está ahí. Es deber de las instituciones animar a esos jóvenes para que sus proyectos se materialicen. Además, señala la importancia de contar con la opinión de mucha gente que te aporte diferentes puntos de vista y que también sea capaz de decirte “Jia, aterriza, relájate, piensa con los pies en la tierra”.  Porque si algo le sobra a Jia es ilusión y ganas. A veces, admite, se emociona muy fácilmente, se embala, pero en parte esa sinergia de ganas e ingenuidad es lo que la ha llevado hoy hasta aquí.

Cuando habla de JiaJia Edicions le brillan los ojos. Es coqueta, se nota, y muy risueña. Podría seguir hablando durante un buen rato más, del futuro, en abstracto. No le importa. Valora las pequeñas cosas, el despertarse y abrir la ventana y ver su calle barcelonesa repleta de edificios modernistas. Sentirse viva. Sentir que casi ya tiene lo que quería. Que nadie le ha arrebatado el sueño. Dice que siempre llega tarde a los sitios. Por culpa nuestra, hoy tal vez llegará tarde a su clase de chino...


Anna Pacheco
31/01/2011

8 comentarios:

Anònim ha dit...

Molt interessant (i amè)! :)

Anònim ha dit...

"Jóvenes" no llevará tilde, por casualidad, amantes del periodismo 2.0?

Anònim ha dit...

Lleva tilde pero según que tipografías de navegadores no las aceptan. No pasa nada no? :)

Anna y Andrea ha dit...

Sí, "jóvenes" y también "máster". No podemos poner tildes en los títulos porque se nos descodifica la tipografía. Una pena.

Anònim ha dit...

Después de vuestro feedback, me atrevo a decir que vuestro blog vale la pena. Tenéis un seguidor más.

gemma ha dit...

Anna escrius igual que l'Andrea, teniu el mateix estil, expressions similars... no cal dir que m'ha encantat¡¡¡¡¡

Encarna ha dit...

Muy bién hecha la entrevista, es interesante y divertida.
Estoy esperando los próximos (sobre) salientes.

elenavmolina ha dit...

el linkde jiajiaediciones esta mal... :(

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