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El Juego de Estrategia (de la vida real)

Francisco Mosquera, 22 años; Guillem Pons, 25, Enric Sanchez, 27, y Albert Valls, 21, Ingenieria Multimedia en La Salle; Kilian España, 20, segundo curso de Business Management en La Salle; Oriol Jurnet, 28, realización audiovisual y gestión comercial y marketing en Sant Ignaci.

Consejo (sobre)saliente: “Aunque suene a tópico, es muy cierto, no dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer, si tienes una idea, continua, aunque te encuentres muchas dificultades, sigue adelante”.

Una plataforma de videojuegos con tarifa plana en torno a los 10 euros mensuales. El ‘spotify’ de los videojuegos. ¿Cómo no se le ha ocurrido a nadie antes? Pues la brillante idea surge de 6 veinteañeros adictos a todo aquello relacionado con un juego, un mando y partidas sin límite. Son Sila Games, y desde una oficina-incubadora de no más de 20m2, se rompen la cabeza día sí día también para buscar financiación externa (añadir etiqueta “Dramas diarios de las start-ups en fase inicial”).

Tienen un Pacman de peluche amarillo chillón y un pequeño cactus a modo de flora y fauna que cuidar. Una oficina extremadamente ordenada, recordemos, son todo chicos. Adoran las tartas de la novia de Albert, no soportan leer comentarios malignos sobre ellos por Internet y admiran en sobremanera a Nico, el creador de la serie online Calico Electrónico. ¿”No sabéis quién es? Pero si sus videos tienen más de 100.000 visitas”. Y lo de no poder vivir sin Internet, móvil ni ordenador sobra decirlo.

Sobre el origen: “Sila Games nace de una necesidad, el mundo de los videojuegos esta un poco estancado, pagas 70 euros, juegas 8 horas y lo tiras a la basura”. Francisco -Chisco para amigos y equipo- tenía que pensar un tema para el trabajo final de grado y se lo comenta a los cuatro amiguetes de la asignatura de videojuegos. Oye, ¿y si ofrecemos una plataforma de videojuegos para iphone, pc, android, mac y web donde tu pagues una cuota al mes y puedas jugar a lo que quieras, qué os parece? Y los amigos, que se animan muy rápido. Se apuntaron al LS Startup Lab, un programa de la Universidad La Salle, donde simular la creación de una empresa en un único fin de semana, 48 horas para romperte la cabeza, hacer un business plan y presentarlo ante un jurado. Fue la primera aparición pública de Sila Games. Un saludo al mercado. Ahí le echaron el ojo a un chico de otro grupo, hablaba bien, dominaba la comunicación y sabía más de negocios que cualquier estudiante de ingeniería multimedia. Era Kilian, fichaje número 5. Luego está el diseñador, el que lo pone todo bonito y pone en orden todo lo que hay encima los escritorios es Oriol, que llega por aquello de un amigo, de un amigo del vecino que habla bien de ti [cuiden las amistades, nunca se sabe]. Y ahí el fichaje 6 y el creerse ya un equipo serio.

“Desde la universidad siempre nos han dicho que emprendamos, las asignaturas son muy prácticas y aplicables a la vida real”. Envidia sana que sentimos. Y ellos que se envalentonaron y decidieron presentarse al Business Ideas Contest de la universidad. Y ganaron. Les dieron 1.000€, pero más importante, la fuerza para tirar adelante y el creerse por fin un proyecto real. Además les aceptaron en las incubadoras Technova, ahorrandose el precio de entrada (¡¡1.800€!!) y con descuento en la tarifa mensual para poder disponer de oficina propia. Un chollo vamos. Y lo de reunirse en clase, la cafetería o el piso de Chisco pasó a mejor vida. 


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Los embellecedores de la información

Pau Cuervo, 29 años; Economía, Universitat Pompeu Fabra; Michael Richey, 30; Oscar P.Gironés, 28;  Cristiam da Silva, 26; Belén Baldó, 24; Guim Cifré, 21.

Consejo (sobre)saliente: “No tenemos que pensar que nuestro mercado es España; nuestros mercados son todos los rincones. Con un ordenador y conexión a Internet estás listo. ¿No es fantástica la idea de pensar que desde Poblesec llegas a todo el mundo?

Buscamos en Google Maps la calle ElKano que sí, existe y está muy cerca del Paral·lel, en Barcelona. Casuísticamente -bueno, no- es el mismo nombre de la empresa ELKANO Data, una agencia/estudio/oficina de diseño que básicamente se encarga de la visualización de datos. ¿Y eso qué es lo que es? Pues en otras palabras, de poner bonitos y aportar molonidad suprema a una información que, de otra manera, sería indigerible. Un tostón. Y sino, mirad esto. Qué festival de tipografías, cosas que se mueven, música que inspira y colorines. Todo esto, por ejemplo, para enseñar las debilidades y fortalezas del sistema público del estado de Colorado (USA). Aquí el tema sí que da igual, por remoto que sea, lo importante es el cómo.

Nos morimos de ganas por conocer quienes son ELKANO. Sabemos que son seis, cual legión de creativos gafapastas. Y no andamos muy desencaminadas. Como “jefe”, Pau Cuervo, 29 años recién cumplidos y licenciado en Economía. Y después, van apareciendo más cabecillas que, casi sin soltar la mano del ratón del ordenador, nos saludan. Aquí cada uno ocupa su rol. Michael, de 30, que viene de Michigan (USA) y tiene acento muy americano; Oscar, de 28; Cristiam, de 26 y  venezolano; Belen, con 24, “alma mater” y fémina entre hombres; y el pequeño-no-tan-pequeño Guim, con 21 años, y nueva incorporación desde hace pocos meses. Y ahí están todos, alrededor de una gran mesa blanca en medio de un estudio envidiable con terraza, sofás, pizarra y muchos Macs. Ahí se transpira juventud. Y no sólo porque sus dieta diaria sea a base de macarrones o pizza preparada o porque nunca lleguen a la oficina antes de las once.

Se notan inquietos y conquistadores. Como de estar haciendo realmente lo que les gusta. Hablar dos minutos con ellos es darse cuenta de que, por supuesto, no son chicos convencionales. Entre su TOP 10 de inspiradores se encuentran realizadores, diseñadores y creadores del todo el mundo; como Michel Gondry, Charles y Ray Eames, Michelle Clemente y, como no, Steve Jobs. Y es que tanta creatividad sólo se genera a partir de una base bien curtida. En ELKANO uno hace programación, el otro diseño, otro after-effects, investigación, marketing o montaje audiovisual, pero para que eso sea posible era necesario un link: una unión. Y ahí estaba Pau Cuervo, con su visión empresarial, para hacerlo posible. “Yo no tengo ni idea de after effects o de código HTML, pero me encargué de encontrar a gente que sí supiera hacerlo”. 


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Instantáneas en movimiento

Mariona Olmos, 23 años; Publicidad y Relaciones Públicas en la Universitat Ramon Llull (Blanquerna)





Mariona nos recibe en su casa, en el barrio de Sant Andreu, donde vive con sus padres. Se disculpa unos segundos, porque está acabando de comprar unos billetes de AVE. La hemos pillado en mitad de los preparativos de su primer "viaje" de trabajo fuera de Cataluña, en el que expondrá sus fotos en una pequeña sala de Zaragoza. Mariona Olmos tiene 23 años y ha estudiado Publicidad y Relaciones Públicas. Lleva gafas de pasta, mezcla catalán y castellano mientras habla y se ríe fuerte. Nos lleva hasta el tejado de su edificio, entre calzoncillos limpios del ático 2a y las sábanas de la vecina del tercero. Y ahí, con unas vistas de altura, nos situamos frente a frente. Cuelga un cartel para los vecinos, amañado a base de celo y rotring, y en el que pone: "No cerréis la puerta. Estoy haciendo un trabajo". A Mariona le gusta la fotografía y la danza y, aunque suene a utópico y casi a carambola de ciencia-ficción, ella es la viva demostración de cómo sobrevivir a dos de los sectores más complicados: la fotografía y la danza en pleno siglo XXI, esas artes en las que la tijera entra lo primero, y la inversión lo último. Además, ella ha llegado a esos dos mundos por los caminos menos convencionales. 

No empezó a hacer danza cuando era niña, no. No es de las que tiene fotos con chupete y moño apretado. Tampoco. Ella empezó a los dieciséis y trabajó en un McDonald's para costearse las clases de ballet. Respecto a la fotografía, sus primeras fotos son con una Olympus la mar de normal y no tuvo una Canon hasta el año pasado -que aún hoy continúa pagando-. Sin embargo, ella es una experta en desterrar los 'peros'. Y su tozudez, y por qué no, insistencia, la han llevado a crear MW Photography -que, por cierto, viene de traducir su nombre al inglés, Mariona, Mari Wave-. "MW Photography surge en el primer año de carrera de manera muy natural. Tenía que hacer algunas prácticas de fotografía y como estaba todo el día dando clases de danza, utilizaba a las niñas como modelos en los ensayos y, así, ahorra tiempo". Eso le encendió la bombillita. ¿Por qué no? Le encanta la fotografía y le encanta la danza, ¿Por qué no especializarse en fotografiar el mundo que tiene más cerca, el del baile? ¿Hay algo más bello que retratar un salto en grand ecart?  ¿Un buen empeine con unas zapatillas de punta?

Sin embargo, hay que hacer justicia a la trama de esta historia. ¿Qué decir? Empezar recalcando que Mariona no lleva bailando toda su vida. Empezó de pequeña, pero su madre la desapuntó porque siempre salía llorando. "Entonces, me apuntó a clases de inglés, en esa época de obsesión paternal para que aprendiéramos idiomas". Así que mucho inglés, pero poca danza. Y cero deporte, en general. Pero a los dieciséis, ella, con plena conciencia, retoma las clases y se busca una academia y de aquí para allá, al final le acaba cogiendo el gusto a 'esto' de bailar. Empieza con ballet, pero acaba haciendo flamenco, contemporáneo y hasta baile español. "Mis amigos creo que no entienden cómo puedo estar encerrada de lunes a vienes bailando. Pero yo prefiero esto mil veces más antes que salir de fiesta". Mientras tanto, sus padres seguían que no y que no, que nanai, que se dejara de tonterías y que se pusiera a estudiar "en serio". A los dieciocho años cierran el grifo, así que a Mariona no le queda otra que calcular al milímetro cuántas horas necesitaba trabajar para pagarse la matricular. Cambia el maillot por el uniforme de McDonald's y se pone manos a la obra con los Big Mac.

Y entre pliés y foutées, Mariona no sólo no abandona su gusto por la fotografía, sino que lo potencia. Decide que le encanta y pide una subvención paternal para comprarse una Cánon "como Dios manda". Y aunque aún la está pagando, de momento ya le ha permitido hacer su primera exposición como MW Photography en un local del Raval. "A veces, las cosas son mucho más fáciles de lo que nos pensamos. Es tan fácil como llamar y ofrecerse. Valoraron la calidad de mis trabajos y eso que otra sala me los había rechazado antes. ¡Suerte que no me rendí", nos dice contenta. Y sin respirar entre palabra y palabra, sigue igual de emocionada contando que se va a Rusia dentro de unas semanas. Lo del frío es lo de menos, siendo la capital del ballet el destino. Tiene además el permiso para entrar en el Bolshoi Ballet, LA compañía por excelencia de las puntas, las odettes y los tutús al vuelo. Eso sería el equivalente a ir a cenar con Woody Allen, para un cinéfilo, o irse de copas con Thom Yorke, para un musico adicto.

Y así es como, ahora, la misma chica que de pequeña renegaba del inglés con un “me da palo” por defecto, es hoy la que se prepara de forma autónoma y cuál loca para sacarse el TOEFL y volver a la Escuela Central Saint Martins en Londres (sí, esa misma, la que bloggers, diseñadores de moda, artistas, ilustradores y demás gente del buen gusto se pirran por entrar), donde ella el año pasado hizo un curso intensivo de 7 días de Iniciación a la fotografía. “Yo nunca he sacado notas brillante; todo lo contrario, siempre me ha costado mucho concentrarme en una cosa, o motivarme en algo”, nos dice con voz resolutiva y muy ‘echada para adelante’, como de quien ha dejado atrás los “fantasmas” del pasado y muere por llevar adelante sus proyectos. Y es que, al final, será eso: “dar con lo que te gusta, o con las cosas que te gustan. Conjugarlo todo. Y esforzarte para conseguirlo”. 

La radio local de unas veinteañeras supersónicas

Agustina Palazzo, 20 años; María Luz Novara, 23 años, estudiantes de Comunicación Audiovisual en Córdoba (Argentina)

Entran en el estudio de APOLO FM mientras van hablando de sus cosas con una botella de coca-cola en una mano y el tupper de la comida en la otra. Después de la entrevista, Luz y Agus se irán a la Universidad. En el tiempo que hemos estado esperando, nos instalamos un poco en esa "nave" radiofónica. Un estudio local en la ciudad de Córdoba (Argentina), muy acogedor y perfectamente cubierto con una moqueta azul, ordenadores y algún póster de motivos espaciales o bandas míticas del rock. Aparecen ellas dos, Agus y Luz, risueñas y flaquitas, el pelo cortado como si se hubieran puesto de acuerdo y unos looks ochenteros entre lo desaliñado y lo muy cool. Nos gustan. En apariencia, así, parecen poca cosa, pero ellas mismas son las artífices de una de las pocas radios de música emergente de la escena cordobesa. Hablan lento y pausado, muy argentinas, sonríen y se compenetran como dos amigas que se conocen desde hace ya tiempo. Y no se desenganchan de la Blackberry, que eso también es trabajar. 

Con 20 y 23 años, Agus y Luz han fundado esta radio a la que antes "nadie le daba la menor bola", dice Luz. Ahora, tras la reconversión explosivo-creativa a la que la han sometido, Radio Apolo tiene más de 1000 fans en Facebook y un programa ("El país de los hoteles") que mezcla poesía, literatura, música y cultura a cargo de una de las voces más potentes de Córdoba, CJ Carballo. Además, se ha convertido en un auténtico escaparate de la música alternativa de Argentina sin renunciar a clásicos de toda la vida como The Doors o Jimmy Hendrix.  "Hoy en día con las nuevas tecnologías cada uno se crea su propia playlist y menos gente escucha la radio. Pero nosotras queríamos una radio que pusiera la música que a nosotras nos gustaba y que no sintonizan en ningún lado". Es decir, en Radio Apolo saltan de Amy Winehouse a lo más underground, esa música que no escaparía de la biblioteca de iTunes de algunas pocas casas. Y bien que les va. 
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Microondas de ideas creativas

Albert Ros, 23; Hernán Loyza, 26; Lluís Rotger, 23; Alejandro Delgado, 23; Ignacio Jiménez, 21, Publicidad y Relaciones Públicas (Abat Oliva CEU); Claudia Guillén, 22, Diseño Gráfico (ELISAVA); Martí Ganduxé, 20, Grado Superior Desarrollo Aplicaciones Informáticas

Junten 7 mentes jóvenes en una oficina de 30 metros cuadrados, reúnan algún que otro Mac, una neverita y un sillón para las noches largas. El resultado, a parte de un buen grupo de amigos puede ser el siguiente: una agencia de publicidad especializada en presencia online y redes sociales. ¿Si los jóvenes estamos más tiempo en Facebook que ante nuestras madres quién mejor para desarrollar marketing 2.0 que veinteañeros? Ese es el punto de partida de Jirada, y no les va nada mal.

El embrión de la agencia son compis, amigos de la universidad, todos ellos publicistas, aunque con distinta especialidad. A medida que fueron creciendo, necesitaron alguien con un poco de gusto, alguien con conocimientos de diseño, un programador que entendiese el maldito-HTML y así se fue gestando lo que hoy es Jirada. “No somos compañeros de trabajo, ante todo somos amigos”. Y es que lo que más valoran las empresas que han confiado en ellos, la grandiosa Nescafé entre las últimas, es su creatividad, son puro aire fresco. No soportan la vecina de enfrente que les dice que su aire acondicionado hace ruido ni los mails de última hora cuyo asunto es ‘modificaciones’. La oficina tiembla cuando oyen cambios de última hora. Su ritual de cada mañana es poner la canción del día. Y no podrían vivir sin su ping pong (unas palas de ping pong, un futbolín o la play parecen ser los requisitos indispensables de toda oficina guay con gente joven en su interior. Tomen nota.)

Todo nace de la mononucleosis -sí amigos, la enfermedad del beso es lo que tiene- y muchas horas en casa. Estaban en segundo de carrera y Alejandro tenía que hacer reposo. En su cabeza sólo veía que las cosas iban mal y que la gente joven no tenía salidas, y bueno que ver Ana Rosa cada día también afecta. Un día decidió presentarse a la universidad con un power point bajo el brazo, cogió a los amigos por banda y en cinco minutos los tenía convencidos. Pero no sabían ni por donde empezar. Reconocen que al principio eran un poco “Asociación de ideas creativas”, ir aportando planes a clientes, algún que otro trabajito para los amigos de la uni y así.  Pero en los inicios hay debate, “¿lo primero no fue esa peluquería? No, ¿no fue esa página de discotecas que querían customizar Facebook?”. La cuestión es que empezaron y la gente quedó contenta. 



El hombre que jugaba con aplicaciones

Marc Cercós, 25 años, autodidacta






















En medio de la Avenida Diagonal hay una oficina muy particular donde parece que no existe el "estrés" y la media de edad no supera los 30 años. Y no, no son todo becarios. De las paredes cuelgan varios pósters gigantes de películas como Flight of the Conchords o Pulp Fiction. Hay dos puffs color rojo esturreados por el suelo al capricho de quiénes quieran que sean. Y vale, pongamos que hay sillas convencionales -pero solo las necesarias- ante una fila de Macs que visten impecables con post-it y notas. Pero por lo demás: sofás, balones de fútbol, videoconsolas, neveras, pizarras, rotrings de colores y una pared con cuatro relojes mundiales emulando la bolsa de Wall Street, aunque a pequeña escala y en versión ultra-informal.
Nos encontramos en la sede de FEVER, una empresa creada por un prodigio de 19 años, Pep Gómez, que está desarrollando una red social para contactar y conocer gente. A lo Facebook, pero sólo de ocio. La oficina, quién también fue el mismísimo punto de encuentro de los creadores de SeriesYonki, está plagada de jóvenes emprendedores que, como Marc Cercós, se dedican a crear, desarrollar y diseñar programas web o aplicaciones. Oséase, lo que se cuece en las paredes de FEVER es lo más próximo a Sillicon Valley que hay en Barcelona. Jóvenes locos con ansias de crear, "freakys" -lo reconoce Marc Cercós- que dedican su tiempo a jugar con cacharritos y dominar la tecnología. "Yo nunca me he considerado un emprendor, para mi es un juego. Yo a lo mejor estoy en un concierto y estoy dándole vueltas a la cabeza a algo... yo no pienso en chicas, pienso en aplicaciones", dice sonriendo, aunque luego deja claro que también piensa en chicas.
Marc Cercós tiene 25 años recién cumplidos y siempre ha "jugado" así. No ha ido a la Universidad, tampoco ha acabado el bachillerato. Sólo hizo un curso de formación durante un año en Madrid en Vostock Studio, de Javier Cañada (uno de los miembros más activos en diseñadores de interacción). A pesar de todo, ahora tiene acciones repartidas en diferentes proyectos, mueve y dispone del dinero que él mismo ha creado (o tiene intención de) y se codea con inversores internacionales que apuestan por sus ideas. "Cuando dije a mis padres, con 17 años, que quería crear una empresa y no pensaba estudiar, me trataron de loco y me dijeron que estaba empezando la casa por el tejado, que me dejara de tonterías".
Pero continuó con las tonterías. Y aquella "tontería" resultó ser eyeOS, el proyecto conjunto del que -antes- formaba parte junto con Pau Garcia-Milà, un programa para compartir documentos que ahora resulta ser uno de los más cotizados y que les ha dado prestigio y fama entre el mundillo de 'nerds sobresalientes' de la informática. La cosa no acaba aquí, Marc decide abandonar eyeOS por motivos personales y por necesidad de cambio, así que se lanza a la aventura con un nuevo proyecto personal, 'Archy', aun en versión beta, pero que pretende optimizar la herramienta de Google Docs... (¡¡bendito sea!!) y, por si aún le sobraba un poco de tiempo a este NO ni-ni sin estudios y 100% autodidacta, decide meterse para colaborar en la aventura de FEVER de la que hoy forma parte.

De los creadores de la leyenda del "Doble check"


Paco Caballero, 33 años, máster de Dirección en la ESCAC y máster en Guión en la ECAM; Eric Navarro, 25 años, Grado de Cine en la ESCAC, especialidad en Guión, y máster en Desarrollo de Proyectos en la ESCAC

PERSONAJES. 
Paco. Madrileño. Le gusta decir que estudió dos años Filosofía. Antes, era informático. Pero acabó atrapadísimo por esa cosa de la erótica del cine. Viste tejanos, suelta palabrotas y frases hechas mientras habla y se le achinan los ojos de tanto reír. Su novia dice que es un poco hipocondriáco-obsesivo y él se medio define como algo “pesimista”. Cuando le dicen algo positivo sobre el corto, piensa, por defecto que “seguro que lo han dicho porque le damos pena”. Es fan del pollo asado, hasta hace poco no tenía Internet en casa y va al cine menos de lo que le gustaría. Además de los ademases, ha hecho el videoblog de Buenafuente y trabaja en la seria animada Familia.cat, de El Terrat. 

Eric. Catalán. Es más joven que Paco y se recrea en ello. Tiene cara de niño grande. Viste camiseta de Star Wars y acaba de fabricar un blog de Batman arruinado. Es gracioso y sin pretenderlo. ¿Dos referentes cinematográficos? “O me copio de 500 días juntos o de mi propia vida”, admite sin remordimientos. También es el guionista de “¡Qué le den a los Beatles!”. Vivió un tiempo en Berlin, proclama su amor por la tortilla y por el grupo Manel y obligó a su madre a descargarse WhatsApp. 

LA HISTORIA. 
Paco y Eric se conocen. Paco está en Barcelona y Eric, para entonces, en Berlin. Alguien les pone en contacto porque cree que pueden compaginarse bien y hacer cosas grandes y bonitas. Durante 5 meses se odian -un poco- y se comunican vía Skype. Eric vuelve. Es en el Bar CAL Angi, regentado por unos chinos de al lado de casa de Paco, cuando se dan cuenta de que podrían ser amigos porque a los dos les gusta mucho emborracharse. Y ya se sabe, que del gintonic a los negocios van dos pasos. Se lían con el proyecto de un largometraje, en el que aún andan metidos, pero en el camino y como quien no quiere, aparece “Doble Check”. Un corto de “transición”, rodado en un lapso cortísimo de tiempo y que los llevó nada menos que a la final del NOTODO Film Fest 2012 (Festival de Cortos en Internet). Con una inversión de 200 euros y 8 horas de rodaje, contactan con un buen amigo actor con ansias de grabar, Miki Esparbé y una idea clara: retratar el amor en tiempos de WhatsApp. “Doble Check” pasó del estado dubitativo “lo hago - no lo hago” a convertirse en un auténtico vídeo viral que sacudió la red, y que apareció en los informativos de Cuatro, Antena3, Menéame, El Dominical o la Cadena Ser.

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El GP del Esfuerzo

Ramón Piñeiro, 20 años, estudiante de Ingeniería de Automoción Aplicada en Inglaterra




Tiene un puente aéreo particular. Combina Inglaterra con visitas a casa. Desde fuera, podría ser un estudiante más que viene periódicamente a por tuppers de mamá y lavadoras. Pero la vida de este catalán de 20 años, Ramon Piñeiro, es una carrera con cronómetro en mano. Su ídolo es Michael Schumacher y aspira a correr algún día en F1. Tiene clara, al menos una cosa: “ganar es relativamente fácil, lo complicado es subirse a uno de esos coches para poder ganar”. Ganas y talento, le sobran. Pero le falta el dinero para competir.

Financiar este deporte es caro y eso es algo que la vida se lo ha enseñado cuando solo tenía 13 y llevaba desde los 3 corriendo en Karts. De un día para otro, su afición pasó a ser un gasto inasumible para su familia y le dijeron que no podía continuar. Así que entre los 12 y los 16 años parecía que iba a ser el ‘adiós’ prematuro a su sueño, pero en el año 2007 gana la beca BMW Motorsport para correr en el campeonato Formula BMW Europe entre 1500 aspirantes. Entonces entendió que el mejor motor era él mismo y su persistencia. Empieza, así, una carrera paralela en busca de patrocinadores. Escribe centenares de cartas, a mano, con la ayuda de sus propios compañeros de clase que, cual fábrica en serie de peticiones personalizadas, empujan y dan vida a ese proyecto que un día tuvo que parar. Picando puertas y a base de mucha filosofía del “Nadie hará mejor lo que tú quieres para tí”, Ramon consigue volver a los circuitos y ganar sus primeros trofeos (en el año 2008, 2 poles y 1 vuelta rápida en la F-BMW Europe; en el 2009, 1 podio en dos participaciones en la Fórmula Palmer Audi y, en 2010, tercero en el campeonato de Fórmula Palmer Audi).

Lo que diferencia al Ramón de los 15 años con el de hoy es que ahora cuenta con una original escudería detrás. El Movimiento I’MPOSSIBLE es una campaña de esponsorización social con un principio claro: “si no es posible conseguir 1 millón de euros, tal vez encontremos 1 millón de personas dispuestas a dar 1 euro”. A través de un SMS o una aportación económica, el nombre de quienes colaboran puede figurar en el monoplaza de Ramón y pasar a formar parte del “team Piñeiro”.Este año ha sido el primer español admitido en la academia de la FIA, que se dice rápido. Y parece que el movimiento I'MPOSSIBLE sigue imparable a la conquista de nuevas metas. 
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'Un no parar' en tiempos de crisis

Nacho Corredor, 21 años, Ciencias Políticas en la Universidad Pompeu Fabra (UPF)


Un consejo (sobre)saliente: que nos cuestionemos todo, que no tengamos miedo y, mucho menos, vergüenza. 

Nacho Corredor odiaba "la mesa de los niños". Se indignaba cuando, en las comidas familiares, separaban a los adultos de los más pequeños. El prefería estar ahí, en medio de los grandes. Y escuchar de refilón la conversación del tío y la cuñada criticando la última ley. Por aquel entonces, tal vez ni siquiera sabía lo que era un partido político, pero años más tarde empezaría Ciencias Políticas en la Universidad Pompeu Fabra donde, ahora, cursa cuarto.

El nombre de Nacho Corredor suena. Tiene 21 años y es el fundador de Deba-t.org una organización sin ánimo de lucro que se encarga de conectar a jóvenes de diferentes ámbitos. “Interelacionamos personas, capital humano. Hemos creado un espacio que hasta ahora no existía”. Organizan cenas, eventos, conferencias, viajes, donde jóvenes de perfiles distintos (comunicación, empresa, economía, nuevas tecnologías, etc) se reúnen para hablar y compartir sus proyectos. La fundación Deba-t.org es una especie de think tank del siglo XXI en formato juvenil que sigue las directrices de un veinteañero. Se trata de poner en común proyectos y retroalimentar el capital social que está creciendo. Solo el 8% del financiamiento es público, lo demás proviene de la cuota de los socios o entes privadas, lo que les permite sellar su independencia. Deba-t.org no son las juventudes de ningún partido político ni sigue la estela de ideas concretas. Más que en la política, explica Nacho, nosotros creemos en ideas. Deba-t.org lo integran jóvenes de distintas ideologías y tendencias que tienen ganas de hacer cosas y discutir de lo que les rodea al acabar las clases. “Cuando me preguntan que qué gano yo con todo esto -dice Nacho- yo les contesto que he hecho como 4 másters acelerados. Todo el dinero que invertimos es para actividades de la misma fundación”.

Croquis de un pre-arquitecto con sueños

Victor Catalan, 21 años, Arquitectura Superior en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC)

Un consejo (sobre)saliente:  cuando tengas una cosa en la cabeza, lo último que tienes que hacer es resignarte y quedarte en casa. Tienes que luchar y luchar y hacer lo posible para conseguirla.


"Cuentan que construyeron una vía férrea de los Alpes entre Viena y Venecia antes de que existiera un tren que pudiera realizar el trayecto, aún así lo construyeron porque sabían que algún día llegaría el tren. Si hubiera tomado otro desvío, ahora estaría en otra parte y sería una persona distinta" 
Bajo el sol de la toscana

La historia de Victor Catalán va de trenes, personas y esfuerzo. Como la vía férrea de los Alpes que conecta Viena con Venecia, este joven estudiante de arquitectura de 20 años se propuso conectar su localidad, Blanes, con Palafolls y Lloret de Mar. Lo suyo no era un tren, era un tranvía. Pero tampoco él era un arquitecto. Y de no haberse atrevido, así, tan joven, probablemente él ahora sería una persona distinta. Con 18 años, mientras unos sorteaban medio adormecidos el Bachillerato y acababan el Treball de Recerca [trabajo final] a base de copy-paste de Wikipedia, otros se construían paso a paso su propio futuro. A Victor no le hizo falta aumentar el interlineado para incrementar las páginas o llenar de reflexiones estúpidas el ya-renegadísimo-estudio. El suyo ocupaba 250 páginas, tenía 40 planos y 11Km de plantilla. Casi al ritmo de un tren de alta velocidad, Victor trabajó durante dos años entre 1 y 3h/día. 

El Tramtordera era una respuesta, o bofetada, a la Generalitat que había negado a Blanes la posibilidad de disponer de un tren ya que, tal y como lo planteaban, no era rentable. Él cambio ligeramente el recorrido, lo amplió a tres puntos más de la ciudad para así captar más usuarios y añadió otro destino, Lloret de Mar. ¿Resultado? Su plan podía funcionar. En la actualidad, está en discusión parlamentaria y pendiente de aprobarse en el Congreso. Repetimos: un Treball de Recerca está a punto de aprobarse en el Congreso. Aunque la Generalitat se mostró más reticente, los tres ayuntamientos beneficiados miraban con ojos como platillos la posibilidad de mejorar sus comunicaciones gracias al ingenio de un chico de 18 años. El trabajo también fue premiado por la Universidad Internacional (UIC), la Universitat de Girona (UdG) o la Pompeu Fabra (UPF).


LOBUENOYBREVE. Pepita Marin

Pepita Marin. 24 años. We Are Knitters. Sobre cómo la lana no es cosa de abuelas.
 
Sobresaliente en Ego de La Cibeles Fashion Week (plataforma de jóvenes talentos de la moda organizada por IFEMA)

1 manía. No soporto que los cajones estén abiertos cuando voy a  dormir.

Alguien a quien admiras. Julia Martínez, estilista de TELVA. Guapa, lista y cool. Muy fan.

Algo sin lo que no podrías vivir. Internet y café.

Un consejo (sobre)saliente. Creed en lo qué hacéis. ¡Y darlo todo para que salga bien!

Nacimiento del proyecto. Estudiando la carrera de empresariales supe que lo mío era emprender.

¿Y la lana? Al acabar la carrera vi en NY que el “knitting” (tejer punto) estaba muy de moda. Fue probarlo y vislumbrar el negocio.

Edad iniciación. La idea apareció con 21 años, dejé el trabajo, y con 23 años me dediqué exclusivamente a We Are Knitters.

Cambios. Hemos cometido muchos errores, pero de todo se aprende. No cambiaría nada.

Supervivencia. Ahora mismo vivimos de esto. Pero ha habido mucho esfuerzo detrás

¿Buena vida? Mucho trabajo, pero mucha ilusión. Esperamos vivir mejor.

Y qué queda.  ¡Al proyecto aún le falta de todo! Estamos empezando, es todo muy caótico.

Aprendizaje. De todo. Desde patronaje hasta como financiar un ‘start-up’.  Todo es nuevo, no dejamos de aprender ni un solo día.

Familia, quiero ser emprendedor. La sociedad española no valora a los emprendedores.

¿Qué abandonas? Alberto –partner proyecto- y yo teníamos una carrera, y trabajo en una gran multinacional y nos pagaban un máster...

Reacción. Mi entorno no entendió que lo dejara todo para montar mi empresa.

Así nos va. En España si dejas tu trabajo estable eres un loserEn cambio, en EEUU está bien visto ser un emprendedor. Tienen gran agilidad para poner negocios en marcha. Aquí nos falta ese espíritu de arriesgar.

Arriesgar. Está claro que nos arriesgamos, ¡pero quién no arriesga, no gana!

Una ciudad. Estuve un a temporada en NY. Es una ciudad que inspira.

Moda, mundo cruel. Es complicado este mundo, pero no inalcanzable. Mi consejo: saber diferenciarse.

Día a día. Lo primero: el correo. Después, lo que toque ese día. Ahora todo es divertido, todo es nuevo. Pero no nos engañemos, paso muchas horas delante del ordenador, con el Excel. ¡No todo es glamour!


Una historia 'de cómic' a lo moderno

Marta Rabadan (28), Psicología en la Universidad de Valencia y máster en Publicidad en ICADE; Raquel Córcoles (24), Publicidad y RRPP en la Universidad Rovira i Virgili y Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos 

Un consejo (sobre)saliente: aplauden la actitud del buen becario. Trabajar meses y meses de gratis, y cuando te dan 100 euros saber dar las ¡¡¡graaaaaacias!!!. Sonrisa incluida.  Cuando eres joven, "lo importante es tener ilusión y muchas ganas en todo lo que hagas".

Imagen: [otra sobresaliente] Sandra Milandra 

15 AÑOS a. M. P (antes de Moderna de Pueblo). Existen dos chicas en apariencia normales. Cada una sigue, por ahora, en su lugar. Una en Reus (Tarragona) y la otra en Cocentaína (Alicante). Y no, ninguno de esos sitios tiene Corte Inglés. Seguro que si les cuentan, hace unos años, que ellas serían autoras de un cómic de éxito de la noche a la mañana, no se lo hubieran creido. Tampoco se hubieran creído que su perfil en Facebook tendría más de 4.500 seguidores, que agotarían existencias en FNACs y que tendrían blog y Twitter (¿Twitter? ¿Lo qué?, hubieran pensado). Y todo por culpa de un personaje rubio, con wayfarer y flequillo. Pues sí. Aunque parezca mentira, esta historia ya está registrada. Raquel Córcoles (24) y Marta Rabadán (28) son las dos caras que hay detrás del cómic "Soy de pueblo: manual para sobrevivir en la ciudad". Un cómic basado en los infortunios modernos de una chica de pueblo que aterriza en la urbe. Tienen un blog archi-visitado y, ahora, además, publican semanalmente en El jueves, y la revista Cuore. Y atención que están de gira. Están a punto de sacar en librerías, estanterías y fnacs del mundo un nuevo cómic de título-para-hacerse-camisetas "Los Capullos no regalan flores". Viendo el vídeo promocional debería ser de lectura obligatoria en todo instituto que se precie, bajo el lema "chicas, huid ante la primera señal". 

RECAPITULANDO. Pero empecemos por el principio. Les diferencia el color del pelo y poco más. Todo empezó por Raquel. Un día decide preparar una tira cómica para un concurso de la Generalitat de Catalunya. Sólo había que presentar tres viñetas. Y ella se inspiró. Nace aquí el primer esbozo de la que sería “Moderna de Pueblo”. Al jurado del concurso les encantó, llegó a la final y hecho. Ella y su personaja cómica (como la llaman en Twitter) ganaron. El premio del concurso era que la editorial Glénat les iba a publicar un libro, pero para eso a la Moderna de Pueblo le faltaban historias. Por eso, Raquel recurre a Marta: “¿Te quieres unir al proyecto?”. Y así es como las dos, a cuatro manos, se enzarzan en cuatro meses intensivos de creatividad máxima. “¿Les enseñamos las fotos de [esa] época?”, le pregunta Raquel a Marta anticipando con una mirada fulminante un ‘NO’ bien claro. Como buenas modernas, tienen instantáneas guardadas de esos tiempos tan productivamente locos; de dormir poco, trabajar mucho y comer mal. “Cada noche nos hacíamos una foto con el MAC, de madrugada, con nuestras pintas. Moño y gafas incluido. Que las gafas, sí, pueden ser retro y lo que quieras, pero son horribles”.

PRESENTE. Son así. Naturales, descaradas, hilarantes, espontáneas. Engendrar a 'la criatura' más que un trabajo ha consolidado toda una [su] filosofía. Jornadas de más,  mucho más, de 8 horas. Bautizan los sábados de clausura “La fiesta de currar más” y empalman con domingos maratonianos de 9 de la mañana a 9 de la noche. “Acabamos totalmente desquiciadas pero, ahora, en la distancia, recordamos esos meses con un montón de cariño”, explica Marta. Advierten: sin tanta ilusión, se hubieran vuelto locas después de escuchar Nacho Vegas durante todo el día.

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Elogio al pas de deux


Marina Fullana, 20 años y Laura Lliteras, 19 años, grado de superior de coreografía y técnicas de interpretación y grado profesional de contemporáneo en el Institut del Teatre.
  
Un consejo (sobre)saliente: hacer lo que cada uno quiera creyendo en uno mismo, sin depender de los demás, pero sobre todo echándole mucho ‘morro’.


Nos abren las puertas de su casa sin dudarlo dos veces. Un piso en medio de la soleada calle Marina. Grandes ventanales, sofá de envidiables siestas y ese aire que se respira en un piso de estudiantes. Estamos a finales de junio y ellas ya tienen colorcito, van con ropa fresca y lucen tipazo de bailarina. No ese escuchimirriao de chica-pasarela, sino el cuerpo sano y fibrado que toda mujer desea. Ellas son Marina y Laura, dos mallorquinas que han dedicado su vida al baile. Un dúo que sincroniza sus pasos a ritmo de baile contemporáneo bajo el nombre artístico “Helium”. Ellas son las ganadoras del último certamen de Art Jove 2010 de Dansa Contemporánea del Govern de les Illes Balers. Nada más y nada menos que un premio de 4.000€ tras dejar impresionado al jurado con su pieza coreográfica de 10 minutos.

Son tal para cual. Viven, bailan, comen, salen, estudian, todo lo hacen juntas. Se les nota al hablar. Una sinergia que tanto en el escenario como en la vida real les funciona de maravilla. Son pura sincronía, una complementa a la otra. Ellas reconocen que de la diferencia ha nacido la convivencia. Dicen de Laura que es nerviosa y activa, mientras que Marina se la considera más paciente y coqueta. Una, siempre está masticando chicle; la otra, tiene una manía de esas raras: nunca la verás beber café en taza, sólo y exclusivamente en vaso de cristal. Laura es más de paella y Marina más de sushi. Nada de “dietas estrictas”, en realidad sufren el trance tópico y típico del estudiante fuera de casa de ‘se come lo que hay en la nevera’ y punto. Fuera las dietas del yogurt y los ayunos innecesarios al estilo “Cisne Negro”.

Y aquí es donde ellas entran a matar. “Cisne Negro es una exageración de la vida de una bailarina”. Ellas, ni lloran en el baño ni se inspeccionan en el espejo en busca de esa curva de más. Sí, de acuerdo, lo reconocen, el mundo de la danza es “duro y competitivo”. Pero ellas tienen muy claro que “mientras uno sea consciente que antes que bailarina se es persona”, consideran que no tiene por qué haber espacio para el sufrimiento. La frase Queréis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor, de la profesora Lydia Grant de la serie ochentera de Fama, si es cierta. Pero adquiere sentido por el esfuerzo y las horas que hay detrás de un bonito fouetté en tournant (no, no es un plato de cocina francesa, es un paso de baile) y no tanto por las penurias de las bailarinas que tanto gusta a Hollywood.

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Africa Boarding Pass

Albert Puell, 23, ADE (ESADE); Borja Juez, 28, ADE (European University- LIS ONG ESADE); Xabi Juez, 23, Comunicación (UOC); Xavier Fernández, 23, Ingeniería Técnica Industrial (UPC)

Un consejo (sobre)saliente: cuando acabes el cole, viaja. Antes de ir a la universidad, viaja.

Aviso para navegantes: en la fotografia falta Albert Puell. No pudo venir a la entrevista.

Lo de Borja, Xavi, Albert y Xabi con “B” es algo que se explica con más imágenes que palabras. Y sinó, vean ustedes mismos. Conocerlos a ellos, de cerca, significa conocer a cuatro chicos barceloneses en apariencia normales. Y digo en apariencia, porque mientras conversas con ellos te das cuenta que hay  algo que los mueve y que vale la pena conocer. Si les preguntas por su plato favorito te dicen rissotto. ¿Algo sin lo que no podrían vivir? La música. Bueno o Internet, rectifican. Y si les preguntas por un ídolo, Borja Juez, 28 años, el presidente de TheSouthFace, contesta sin ninguna duda Nelson Mandela. Y entonces, todos se miran y asienten a la vez como símbolo inequívoco de un acuerdo casi soberano. Como en muchas cosas, en eso coinciden. Y es que en realidad, Nelson Mandela y estos cuatro jóvenes tienen más en común de lo que podríamos imaginar. Salvando distancias, claro. Sólo los separa la edad, dos generaciones y algunos kilómetros. 

Estas cuatro cabezas emprendedoras de alma solidaria no superan los 30, pero ya han empezado el proyecto de sus vidas. Y es un proyecto por y para la vida. La non-profit organisation TheSouthFace, aun en estado embrionario, almacena en una recámara no-demasiado-escondida algunos proyectos y kilos de ambiciones. Y son unos proyectos que cada día se acercan más a la realidad. La motivación la llevan de serie. Y la inspiración in crescendo. ¿La culpa? Los viajes. Aunque en realidad, más que culpa es un “gracias a”. “Viajando por diferentes países del continente, nos dimos cuenta de que algo estaba fallando. Los del norte se aprovechan de los del sur. Y los del Sur trabajan para los del norte. Entonces, a ellos ¿qué les queda?”. A los hermanos Juez, Borja y Xabi, viajar les ha servido, para encontrarse con ellos mismos, pero también y sobre todo, para conectar con ese otro mundo. “Nosotros somos unos privilegiados, pero hay otra realidad”, dice Xabi. Hasta que no te acercas y lo ves no te das cuenta de la magnitud de los problemas de toda esa otra realidad olvidada, que es África, de la necesidad de actuar, de sentirse llamados a hacer algo. 


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Gamberros en su salsa

Albert Malagarriga, 21 años, ADE (UPF); Andrés Bóveda, 21, ADE (UB); Marco Alonso, 22, "escuela de la vida"; Victor Agoiz, 23, "Yani". 

►No podrían vivir sin...



Un consejo(sobre)saliente: estudia porque es complicado, y no te creas nada de lo que sale en la tele. ¡Todo es mentira!


De cómo acabar tocando en una exposición de arte por casualidad. Así son Up With The Mess (UWTM). Lorena, una amiga de la banda, estaba escuchando la maqueta de Up With The Mess cuando su padre entró en su cuarto y dijo “mira, quiero un grupo así para mi próxima exposición”. Dicho y hecho. “Papá, estos chicos son mis amigos”. ¿Bromeas? ¿En serio? Y tan en serio. Así que decidimos ir a verlos en acción. En un local pequeño, minimalista, en plena ebullición de una concurrida calle del Raval.  Abajo, arte por Maxphotos, la exposición “Proposición uno: Solamente Lo Fugitivo”. Y arriba, ellos. Abajo, gente contemplativa ante una exposición de arte sobre instrumentos de comunicación. Imágenes abstractas, transgresoras que se mezclan con la música. Abajo, silencio, arte/ Arriba, ellos. Ruido, arte.

Nosotras llegamos a la hora de la cena. 20:00p.m. Queda menos de una hora para el concierto, así que ellos se adelantan a la cena comiéndose un kebab. Cero nervios o al menos lo disimulan bien. Así, a simple vista, Up With The Mess parecen más bien de chiste. Un venezolano (Andrés), un mejicano (Marco) y dos catalanes (Albert y Victor). Victor bromea: “yo en realidad soy sueco. Mira el color de mis ojos”. Es “azul sueco”, añade Marco. Son así, espontáneos y divertidos. Tienen nada o lo tienen todo en común, cada uno parece ocupar una esfera distinta, jugar su propio rol. Excéntricos, irreverentes y genuinos. Pero tienen algo en común: el follón que les une, que es en definitiva ‘su’ follón. Up With The Mess significa eso: “vale, esto de la banda es un lío, pero arriba con nuestro lío”, argumenta Albert. En realidad, hace dos o tres años se llamaban MESS, a secas, Mejillones En Su Salsa,  título que viene de una frase de la película ALI G. “Es que -justifican- cuando empieza todo esto del grupo íbamos en broma y puestos a hacer coña (...) Pero luego pensamos que si esto iba en serio teníamos que darle significado al nombre”. Y claro que iban en serio. Teloneros de These New Puritans como finalistas en los Levis Unfamous Awards 2010, ganadores del concurso de bandas de la Pompeu Fabra, finalistas en la Telecogresca 2011, además de haber rodado ya por escenarios como la [2] de Apolo, Razzmatazz, Becool, Sala Mandra, Bucaro, La Ovella Negra o Sidecar. No hay sala que se les resista.


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