Agustina Palazzo, 20 años; María Luz Novara, 23 años, estudiantes de Comunicación Audiovisual en Córdoba (Argentina)

Entran en el estudio de APOLO FM mientras van hablando de sus cosas con una botella de coca-cola en una mano y el tupper de la comida en la otra. Después de la entrevista, Luz y Agus se irán a la Universidad. En el tiempo que hemos estado esperando, nos instalamos un poco en esa "nave" radiofónica. Un estudio local en la ciudad de Córdoba (Argentina), muy acogedor y perfectamente cubierto con una moqueta azul, ordenadores y algún póster de motivos espaciales o bandas míticas del rock. Aparecen ellas dos, Agus y Luz, risueñas y flaquitas, el pelo cortado como si se hubieran puesto de acuerdo y unos looks ochenteros entre lo desaliñado y lo muy cool. Nos gustan. En apariencia, así, parecen poca cosa, pero ellas mismas son las artífices de una de las pocas radios de música emergente de la escena cordobesa. Hablan lento y pausado, muy argentinas, sonríen y se compenetran como dos amigas que se conocen desde hace ya tiempo. Y no se desenganchan de la Blackberry, que eso también es trabajar.
Con 20 y 23 años, Agus y Luz han fundado esta radio a la que antes "nadie le daba la menor bola", dice Luz. Ahora, tras la reconversión explosivo-creativa a la que la han sometido, Radio Apolo tiene más de 1000 fans en Facebook y un programa ("El país de los hoteles") que mezcla poesía, literatura, música y cultura a cargo de una de las voces más potentes de Córdoba, CJ Carballo. Además, se ha convertido en un auténtico escaparate de la música alternativa de Argentina sin renunciar a clásicos de toda la vida como The Doors o Jimmy Hendrix. "Hoy en día con las nuevas tecnologías cada uno se crea su propia playlist y menos gente escucha la radio. Pero nosotras queríamos una radio que pusiera la música que a nosotras nos gustaba y que no sintonizan en ningún lado". Es decir, en Radio Apolo saltan de Amy Winehouse a lo más underground, esa música que no escaparía de la biblioteca de iTunes de algunas pocas casas. Y bien que les va.
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